Imagen tallada de una "misericordia", o falso asiento, situado en la parte inferior de cada uno de los asientos reales del coro de la Catedral.
Su finalidad consistía en que los canónigos y sacerdores catedralicios, pudieran soportar las largas horas de liturgia, apoyándose en este saliente, simulando estar de pie.
La imaginación popular, que siempre se desborda, atribuye, según el gesto de cada una de las tallas, el lugar donde debió de sentarse cada clérigo.
Esto se debe a la particularidad de que cada rostro, muestra una expresión diferente, ya de enfado, ya de sorpresa, ya de indiferencia o de bondad, incluso...
Todo se debió a un capricho del maestro tallista, nada más que eso...
Pero la leyenda está creada...
Esta imagen es del mes de agosto de 1980.
Treinta años...
Para la Catedral, un leve parpadeo...
martes, 19 de enero de 2010
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