martes, 12 de septiembre de 2017

El Padre Hermenegildo...


El Padre Hermenegildo de Fustiñana,
del convento de PP. Capuchinos de Jaca,
situado en la Calle del Carmen,
 enfrente de la Iglesia
de Nuestra Señora del Carmen.


La primera vez que reconcilié con su ayuda,
(como se decía antes cuando uno se iba a confesar...),
me preguntó si era disciplinado...

A mis ocho años,
y recién recibida
la Primera Comunión,
la verdad es que mi léxico
no era muy extenso...

Y cuando le pregunté qué era ser disciplinado,
con toda mi pueril inocencia,
le dio un ataque de risa,
y, a toda prisa,
me absolvió de mis leves culpas.

Sin poderse contener
se fue directo a la sacristía,
cerró la puerta,
y allí, supongo que descargó su hilaridad.

Ni penitencia ni nada...

Volví a casa, muy pensativo...,
intentando comprender la causa
de que me despidiera tan precipitadamente...

Pregunté a mi padre por el significado del término,
y me respondió que lo buscara en el diccionario,
"...ya sabes dónde está..."

Cuando salí de dudas,
consideré que no hallaba nada gracioso
en lo que había sucedido...

Claro, que, el buen Padre Hermenegildo,
debía de tener el sentido del humor
más aguzado y desarrollado que yo...

Algunos años después,
aún se le podía ver a la puerta de la Iglesia del Carmen,
a la salida de Misa,
saludando a todos,
mientras se frotaba las manos,
como era su costumbre...











(Archivo: jacaenlamemoria).






El kiosko de la música...







Jaca. El kiosko de la música.
Colección de D. Germán Beriténs
y Juan Lacasa y hermano.


Alguna vez he hablado de Aurorita Beriténs,
y su famosa minitienda de chucherías,
tebeos, encurtidos, e incluso
pequeñas e inofensivas muestras de pirotecnia...

Y las "pipas" de girasol,
imprescindibles para una tarde de verano...

O de cualquier época del año...

Se comían pipas en el parque,
en el cine, paseando por la Calle Mayor,
arriba y abajo, y vuelta a empezar...

Por una peseta, una de aquellas bolsitas alargadas...,
por cincuenta céntimos, la mitad...

Cincuenta céntimos de entonces...

"Dos reales", como se decía familiarmente...

Menos del valor de un céntimo de euro...

Pero no, no quería hablar de " La casita",
ni de la señorita Beritens...

Sí de su padre, D. Germán, un ancianito venerable,
siempre con su correcto atuendo y su bastón,
con mango de plata...

Junto a Juan Lacasa, propició la edición
de numerosas series de postales,
prefiriendo las de Jaca antigua...

Así, se rescataron y difundieron imágenes,
entre ellas, las colecciones y ediciones
de D. Francisco de las Heras,
que, de otra forma,
hubieran ido a parar a ese espacio inconcreto,
donde todo tiene cabida,
y al que llamamos olvido.

Esta imagen del kiosko de la musica (con k...),
se puede situar entre los años 25 y 30 del pasado siglo...

No sé, en la actualidad...
Pero a comienzos de los noventa,
la nueva banda de música,
todavía ofreció algunos conciertos
en los atardeceres de verano...











(Archivo: jacaenlamemoria).