Teatro-Cine Unión Jaquesa,
que, en los años cincuenta,
seguía conservando su aspecto original.
La primera vez que asistí a una proyección
en la sala, que, lo mismo servía de cine que de teatro,
para conciertos e incluso como marco
para festivales escolares,
fue durante el verano de 1958,
verano, por cierto, calurosísimo
y de numerosas tormentas al atardecer.
Un film en technicolor,
cuyo argumento he olvidado.
No debía de ser muy interesante...
En mayo de 1959, los alumnos mayores
del Colegio de Padres Escolapios,
protagonizaron una obra teatral,
de autor anónimo,
que exaltaba los valores de la paz
y del buen entendimiento entre los pueblos.
En los entreactos,
la actuación de un grupo de jota,
y de la Rondalla Calasancia,
dirigida por el Padre Agustín López.
En años sucesivos,
el Teatro-Cine fue decayendo.
Porque en 1962 se inauguró el Cine "Oroel",
y en 1964, el "Astoria".
Sin embargo, la sala de proyecciones,
seguía teniendo su uso para otros eventos.
Los alumnos de sexto curso del Instituto "Domingo Miral"
representaron allí varias obras de teatro.
Recuerdo muy bien "El avaro", de Moliére,
y "La barca sin pescador",
de Alejandro Casona.
Y de vez en cuando,
alguna película "tolerada" para menores.
La última obra teatral
de los alumnos de sexto curso del Instituto,
fue "Nuestra ciudad",
de Thorton Wilder,
cuyos decorados diseñó y realizó
D. Ramón Pólit Alabau,
catedrático de dibujo del centro.
Era el mes de diciembre de 1967,
unos días antes de las vacaciones de Navidad.
En cursos posteriores,
el Instituto contaba ya
con su propio salón de actos,
escenario incluído.
Y en junio de 1969,
acogió la actuación de grupos musicales,
compuestos por jóvenes,
y que, al parecer de la mayoría,
obtuvo un notable éxito en la ciudad.
Tres meses más tarde,
en la segunda quincena de septiembre,
el Teatro-Cine Union Jaquesa,
desapareció, devorado por las llamas.
Y con él, décadas de vida cultural y artística.
El fuego se llevó toda una época,
triste y lamentablemente irrecuperable.
(Archivo: jacaenlamemoria).
cuyo argumento he olvidado.
No debía de ser muy interesante...
En mayo de 1959, los alumnos mayores
del Colegio de Padres Escolapios,
protagonizaron una obra teatral,
de autor anónimo,
que exaltaba los valores de la paz
y del buen entendimiento entre los pueblos.
En los entreactos,
la actuación de un grupo de jota,
y de la Rondalla Calasancia,
dirigida por el Padre Agustín López.
En años sucesivos,
el Teatro-Cine fue decayendo.
Porque en 1962 se inauguró el Cine "Oroel",
y en 1964, el "Astoria".
Sin embargo, la sala de proyecciones,
seguía teniendo su uso para otros eventos.
Los alumnos de sexto curso del Instituto "Domingo Miral"
representaron allí varias obras de teatro.
Recuerdo muy bien "El avaro", de Moliére,
y "La barca sin pescador",
de Alejandro Casona.
Y de vez en cuando,
alguna película "tolerada" para menores.
La última obra teatral
de los alumnos de sexto curso del Instituto,
fue "Nuestra ciudad",
de Thorton Wilder,
cuyos decorados diseñó y realizó
D. Ramón Pólit Alabau,
catedrático de dibujo del centro.
Era el mes de diciembre de 1967,
unos días antes de las vacaciones de Navidad.
En cursos posteriores,
el Instituto contaba ya
con su propio salón de actos,
escenario incluído.
Y en junio de 1969,
acogió la actuación de grupos musicales,
compuestos por jóvenes,
y que, al parecer de la mayoría,
obtuvo un notable éxito en la ciudad.
Tres meses más tarde,
en la segunda quincena de septiembre,
el Teatro-Cine Union Jaquesa,
desapareció, devorado por las llamas.
Y con él, décadas de vida cultural y artística.
El fuego se llevó toda una época,
triste y lamentablemente irrecuperable.
(Archivo: jacaenlamemoria).
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