¡Grandiosa nevada...!
Los de mi barrio,
no solíamos frecuentarla...
Cerca, a mano derecha,
estaba el bar "Jardín",
y sus riquísimos calamares...
Cuando, de niños,
nos llevaban a saborear
ese delicia gastronómica,
allá por las postrimerías de agosto,
comenzábamos a pensar
que el nuevo curso estaba cerca...
Y eso...,
no nos quitaba el apetito,
pero sí nos dejaba
un cierto regusto a despedida...
La despedida del verano...
Luego,
llegarían las nieves...
El eterno ciclo...
(Archivo: cuevadelcoco).
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