Agosto de 1983...
En una mañana calurosa,
subimos, una vez mas,
hasta la cima del Monte Oroel...
Todavía degustamos
unas sabrosas frambuesas,
que crecían en la cara Norte,
donde el sol
no había logrado agostarlas...
¡Un sabor delicioso...!
Con un teleobjetivo de 300 mm.,
aún se pudo lograr algo...
¡Pasarían casi veinte años,
antes de que estrenara
la primera cámara digital...!
Con todo...,
las tradicionales,
tenían su encanto...
(Archivo: jacaenlamemoria.
Imagen: EPT).
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