La fuente de "Forranchinas".
Solía llevarme con frecuencia mi padre,
durante los veranos,
hasta esta fuente,
donde calmábamos la sed estival,
tras el recorrido por la carretera,
bajo los soles implacables
de julio y agosto...
Mi padre, solía llevar en un bolsillo,
uno de aquellos vasos de aluminios,
aplanados,
que dejábamos un reto bajo el chorro de la fuente,
para, luego, deleitarnos
con la frescura del agua...
Mi abuela, utilizaba aquellos vasos
cuando hacía mantecadas,
para recortar la masa,
previamente igualada con el rodillo...
Salían, así,
unas sabrosas pastas,
con forma de óvalo alargado,
tras pasar por el horno...
Desde "Forranchinas", se divisaba una huerta,
y parte de la casa, donde, no sé si vivía
la familia de labradores,
o sólo se utilizaba para guardar los aperos
y para cobijo de los animales...
Vista desde la fuente de "Forranchinas"...
Al referirnos a esta fuente,
decíamos sólo, "Forranchinas",
a diferencia de las otras fuentes,
que, antes de sunombre,
llevaban "la fuente de"...
(Archivo: jacaenlamemoria.
Imagen: mirarlook/cuevadelcoco).
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