SER JAQUESES...
No es fácil, no...
¿Cómo definir a un jaqués, a una jaquesa...?
El Monte Oroel, si hablara, puede que llegara a conseguirlo...
Hay un sentimiento común: La distancia no importa...
Siempre, como en el tango, se sueña con el regreso...
No, no es como la morriña gallega...
El jaqués, puede vivir y morir lejos de su montaña, y seguir siéndolo...
¡Cuántos, a su vez, a pesar de que la vida les ofreciera mayores y mejores beneficios, lejos de Jaca, se han quedado en esa calle, en esa placeta, en ese rincón soleado...!
¿Por qué...?
Tampoco se sabe...
¿Es que ser jaqués es un misterio...?
Quizás...
Puede que todo comience como en un noviazgo: "Me gusta..."
Luego, se quiere a la ciudad...
Y se termina amándola, enamorado hasta los tuétanos...
¿Qué tiene Jaca que no tenga otro lugar...?
¡Ay, amigos, muchas cosas, muchísimas cosas...!
¡Tantas...!
Y es lo que trato de descubrir...
Pero, para el primer día, ya basta.
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